Después de efectuado el despegue, el piloto del avión se dirige a los pasajeros por el altavoz:
"Estimados pasajeros: Bienvenidos al vuelo 888 con destino a la ciudad de París, nuestro tiempo estimado de vuelo es de 14 horas con 50 minutos, les recordamos que este es un vuelo de no fumar, por favor mantengan sus cinturones abrochados... etc."
Al terminar el rollo de siempre, olvida apagar el micrófono y empieza a decirle a su copiloto:
"¡Ahora sí, compadre, nada más pongo el piloto automático, me echo un cague, y luego me tiro a la azafata!"
Al notar que todos los pasajeros escuchan el comentario, la azafata sale corriendo para avisarle al capitán que apague el micrófono, cuando una anciana sentada junto al pasillo le pone tremendo bastonazo y la tumba al suelo. La aeromoza, desconcertada, voltea a ver a la viejita, quien le advierte:
"¡Quieta, pendeja! Primero déjalo que cague".
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