Dos compadres estaban pescando muy tranquilamente en el río; en eso, pasa una carroza fúnebre y uno de los amigos se quita su gorra y hace una cruz en su pecho.
"Eso fue conmovedor, compadre, no sabía que una parte de usted era así".
"Bueno, compadre, qué esperaba, estuve 40 años casado con ella".
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