Un hombre ya maduro contrató una secretaria. Era una mujer joven, ingeniosa, gentil y sobre todo, muy hermosa. Un día, mientras tomaba dictado, notó que su jefe tenía la bragueta abierta.>> Terminó el dictado y se dispuso a salir del despacho cuando, antes de cerrar la puerta, dijo: - Por cierto, señor, la puerta de su cuartel está abierta.>> El hombre no entendió el comentario; no obstante, al poco rato se dio cuenta de que el cierre de sus pantalones estaba abierto.>> Al hombre le hizo gracia la manera en la que su secretaria se había referido al pequeño incidente y decidió aprovechar la oportunidad para coquetear un poco, por lo quela llamó a su oficina: - Dígame, señorita, ¿cuando vio que la puerta de mi cuartel estaba>> abierta, por casualidad no vio también a un soldado en posición de firme? - Oh, no, señor! Lo único que vi fue un veterano de guerra sin fuerzas echado entre dos viejas mochilas de campaña. Plop !!!
martes, 6 de noviembre de 2007
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