Pepe, Juan y Fernando, muy buenos amigos, eran tres estudiantes foráneos que rentaban un departamento cercano a la universidad. Un día, Juan y Pepe estaban viendo la TV, cuando suena el teléfono, y le informan a Pepe que la mamá de Fernando se acaba de morir."¡La puta m....! ¿Ahora quién le da la noticia a este huevón? ¡Se va a poner muy mal!"Pepe se declara negado:"No, yo no le digo. Yo no estoy para esos trotes. Dile tú"."No te preocupes, ya veré como se lo digo suavemente".Al rato, llega Fernando:"¿Que hubo, huones? ¿Por qué esas malas caras de atropellados?""Este... Ven, quiero hablar contigo", le llama Juan."Pues, suéltala ya"."Fíjate que estaba pensando: ¿qué sucedería si algo malo nos pasara?""Hombre, no digas eso. ¿Qué nos puede pasar?""Uno nunca sabe. Dime, ¿qué preferirías: que se muriera tu mamá o que se muriera la mía?""No digas eso, ¡cómo que se muera mi mamá o la tuya! Ninguna, no juegues"."No, pero ¿si tu tuvieras que escoger?""En ese caso que se muera la tuya"."Carajo, cabrón, por pendejo, jódete, se murió la tuya".
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