Cierto día, un campesino de 15 años, en la flor de la adolescencia, le dice a su padre:
"Oye papa, tu sabe que yo ya tengo mis pelos y bueno... tengo que probar la lanza poh..."
Y el padre le dice: "Mira mejo, yo te huá pasarte la plata para que vayas a la casa de la Rosa" (Casa de citas muy conocida por todos en la zona).
Llega el muchacho allá y toca la puerta, lo sale a atender la Rosa, el le dice:
"Sabe que yo, bueno, yo vengo a utilizar el servicio poh oiga."
Y la Rosa le pregunta: "¿Tienes experiencia?""No pero..."
"Mira, te doy un consejo", le dice la Rosa, "ándate al bosque y a cada árbol que le veas un hoyo, clávale el instrumento y después de un tiempo vuelves."
Parte raudo el huaso y cada árbol con hoyo, árbol embarazado.
Después de un mes vuelve el huaso a la casa de la Rosa, con una tabla bajo el brazo, y le dice: "ya volvï ya pueh...""Débora, ya ven y atiende al joven."
Entran a la habitación y Débora se coloca en posición de mesita de centro y el huasito saca su tabla y le manda un costalazo en pleno culo.
La Débora se da vuelta y le pregunta: "¿Que estaí haciendo hueón?"
"¡Estoy viendo que no tenga abejas poh...!"
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